Enterate del nuevo normal

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Enterate del nuevo normal

Esta breve y contundente frase fue dicha por el ahora ex presidente del Banco Central de Chile. Esperemos, al igual que él, que sea solo una situación pasajera en la economía nacional y no sea realmente una situación que se consolide en el tiempo.

Nuestro país no puede conformarse con un PIB que se sitúe en un rango que va entre el 1.5% y el 2.5%, este nuevo normal al que se hace referencia debe quedar atrás, para ello se requiere de esfuerzos importantes que permitan incrementar la tasa de crecimiento de mediano y largo plazo.

Después de muchos años discutiendo sobre la importancia del crecimiento, debemos entender que este no es un fin en sí mismo, sino un medio para alcanzar otros objetivos. Sin crecimiento no hay recursos para implementar políticas sociales que se sustenten en el largo plazo, sin recursos el Estado no tiene posibilidades de contribuir a soluciones que resultan evidentes en el país, sin crecimiento no existen oportunidades para que las personas puedan desplegar sus potencialidades.

Veamos lo que sucede en el mercado del trabajo, que si bien se ha estabilizado en torno al 6.5%, lo que es una buena cifra, no deja de ser preocupante que gran parte del empleo creado sea de mala calidad, es decir, por cuenta propia e independiente, y por otra parte se destruyan empleos asalariados, que son precisamente aquellos que como país debiéramos estar potenciando, no solo pensando en el corto plazo, sino también como parte de la discusión de un tema tan central como las pensiones.

El actual Gobierno dio por sentado que el crecimiento era algo que existía porque sí, era una variable que independientemente de las acciones que se pudieran realizar en otros ámbitos no se vería alterado, grueso error que hoy estamos pagando caro como país.

La evolución de las variables que afectan a la economía son muchas, agrupadas en dos grandes ejes, externas e internas, lo que nos ayuda a proyectar en parte su efecto. La primera, externa, se ve mejorando en el futuro las condiciones del entorno internacional, si bien no tenemos ninguna injerencia y somos más bien pasivos frente a su devenir, parece que se proyectan más benévolas que durante los años recientes, si bien no deja de existir una serie de incertidumbres, partiendo por China, pasando por la salida de UK de la UE, las elecciones que vienen en Europa (Francia y Alemania) y las medidas que adoptará el nuevo gobierno de USA en el corto plazo.

Respecto del escenario interno, tenemos mucho que decir, partiendo por donde se ponen los incentivos para que la actividad se reactive y aquel “nuevo normal” deje de ser algo real. Debemos hacer un esfuerzo por aumentar la inversión y eso pasa necesariamente por disminuir la incertidumbre existente en la actualidad en diversas materias regulatorias. La coordinación entre política monetaria y fiscal es otro elemento relevante que ayuda a consolidar un escenario más favorable; hacer esfuerzos en aumentar la productividad y retomar el trabajo de hacer más eficiente el Estado son elementos esenciales para el futuro.

Sin duda hay un factor que es clave en la actualidad y que se sitúa por sobre cualquier medida puntual que podamos analizar, cual es el derecho de propiedad, desde el minuto que la autoridad debe salir a confirmar su vigencia de manera reiterada, quiere decir que aquel consenso básico en el cual operan las decisiones de largo plazo está agrietado y, por tanto, debe existir una acción contundente por parte de la autoridad que elimine esa incertidumbre desde la base, pues sin ella cualquier otra acción es solo un paliativo a su existencia.

Por mucho que a algunos actores de la vida política actual les moleste la práctica, la sociedad debe tener ciertos consensos que son básicos para poder operar y el respeto a la propiedad unido a la vigencia y respeto al Estado de Derecho hoy por hoy a nivel planetario son fundamentales para dar estabilidad y proyección a la economía y, por tanto, a las posibilidades que como nación tenemos de continuar avanzando, independientemente de la manera en que luego focalicemos los recursos que el Estado disponga.

Está claro que el panorama de corto plazo no es favorable y solo factores puntuales, como un alza significativa del precio del cobre, por ejemplo, podrían hacer cambiar dicho escenario. Lo que se haga en estos meses será fundamental para los años que vienen y, desde esa perspectiva, las decisiones políticas son claves para el futuro del país.

Pasar del voluntarismo de las declaraciones a las acciones concretas que permitan aumentar la inversión, establecer competencia real en varios sectores, facilitar el emprendimiento como necesario para la creación de valor en la economía y potenciar la necesaria alianza público-privado que tanto se requiere para avanzar en este mundo, son algunas ideas a poner en práctica por estos días.

Source: http://www.elmostrador.cl/mercados/2016/12/14/el-nuevo-normal/

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